LA FUGA DE PERSÉFONE

2011, Photography / video

La Fuga de Perséfone
Cristina Ferrández

En la década de los ochenta, Joseph Beuys llevó a cabo diversas intervenciones en el medio relacionadas con la recuperación de espacios agrícolas y forestales. El artista sentenció al afirmar que “tras la degradación de la naturaleza vendría la del alma humana”. Este aserto es punto de partida de Cristina Ferrández para quien la naturaleza, en su movimiento de eterno retorno, es refugio de restablecimiento continuo, liberación y catarsis. La fusión con los elementos conduciría al sujeto contemporáneo a la renovatio vital, mientras que su deterioro traería consecuencias nefastas e irreversibles para la condición humana.

En clave poética y metafórica la artista reflexiona, a través de la fotografía y el vídeo-arte, acerca del modelo occidental de desarrollo y propone repensar la relación entre humanidad y naturaleza. El objetivo es la deconstrucción del yo masculino dominador y el surgimiento de una cultura de la igualdad y la sostenibilidad frente a un modelo tecno-económico irresponsable. En suma, renaturalizar al ser humano.

“La fuga de Perséfone” toma a esta figura mitológica como punto de partida para deliberar sobre el actual estado de la mujer y de la naturaleza. Perséfone representa los poderes de la Tierra, su transformación, la emergencia cíclica y se convierte también en sinónimo de reivindicación de los derechos de la mujer eliminando fórmulas opresivas y superando visiones antropocéntricas y androcéntricas en aras de generar una conciencia renovada hacia nuestra relación con el planeta.

La Perséfone de Cristina Ferrández se halla a la fuga en medio de un entorno natural que ha sido antropizado, y en ocasiones deteriorado. El título del proyecto ya no hace referencia al rapto, un concepto que atenta a la libertad, la dignidad y la integridad sexual de esa figura. Ahora, Perséfone reacciona y se escapa en un intento de recuperar esos valores violentados.

Alicia Puleo afirmó que “existe una línea directa entre la marginación de la mujer y la degradación del ambiente”. En este sentido, la artista también vincula la manipulación, control, violencia y explotación de la mujer y la de la naturaleza con el androcentrismo imperante.
El pensamiento patriarcal estructura el mundo en dualismos o pares de opuestos de valor desigual: Cultura/naturaleza, mente/cuerpo, razón/emoción, conocimiento científico/saber tradicional, hombre/mujer. Estas dicotomías justifican ideológicamente el dominio y la explotación de lo masculino, asociado a la razón y la mente, sobre lo femenino, vinculado al cuerpo, a la naturaleza y al mundo inestable de las emociones. De este modo, la reflexión ecofeminista de Ferrández hace hincapié no en un ecofeminismo espiritualista o esencialista, que considera a las mujeres biológicamente más cerca de la naturaleza, sino en un ecofeminismo constructivista, que concibe esa relación como una construcción histórico-social.


Natalia Alonso Arduengo
Comisaria del proyecto